El uso que le damos al equipamiento de audio y video implica que, a pesar de ser material profesional y diseñado para un uso intensivo, acabe teniendo un desgaste inevitable o alguna avería tanto en sus partes de naturaleza fungibles como en otras por posibles accidentes, no solo por el hecho de estar expuesto a condiciones meteorológicas adversas, sino por otros elementos atmosféricos como el polvo o la humedad, que pueden llegar a provocar errores en sus sistemas y a largo plazo puede verse reducida la vida útil del equipo.